Páginas

30 de diciembre de 2013

{Semana 52/52}

Marta - Fin

Siento tanta pena por llegar al final de este proyecto como vértigo sentía al principio. Porque me ha dado tanto como me ha exigido (mucho): sobre todo, me ha hecho ser consciente de que en cada semana de mi vida, durante este año, ha habido un momento que mereciera ser rescatado por un click y compartido con quienes nos leéis. Ha habido semanas fáciles, las que venían con algo reseñable de serie (cumpleaños, festivales del cole, vacaciones…), semanas complicadas, pura cotidianeidad, en las que encontrar algo de lo que hablar, algo que enseñar, ha exigido un esfuerzo de buscar entre la rutina. Ha habido semanas imposibles, en las que sí pasaban cosas pero yo tenía el corazón arrasado y no podía ver nada, y aun así se han dejado encontrar; semanas en las que lo fácil ha sido que lo sucedido tenía, desde el minuto cero, protagonismo absoluto y, sin embargo, era tan difícil encontrar las palabras entre tanta lágrima.

Mi rincón de este espacio ha sido para mí, semana tras semana, como la caja de las fotos de cuando éramos pequeños, y por él he querido que pasaran quienes son mi vida: mis hijos, su padre, mi hermano, mi hermana, mi madre, mi padre, amigas imprescindibles, amigos que también, presencias, ausencias, despedidas y encuentros. Miro para atrás y pienso “qué año tan intenso”…

“El 52”, como lo llamamos nosotras, me ha ofrecido también la oportunidad de establecer un contacto más íntimo con gente de todo tipo: con personas con las que comparto el día; con madres de amigos de mis hijos; con familia que, a lo mejor, hoy me conoce o me intuye un poco más que hace un año; con personas con las que he compartido emociones arrebatadoras, con otras con las que sólo he cruzado unas palabras pero también han formado parte de mi día a día y cada lunes estaban a muchos kilómetros pendientes de este blog.

Es -ha sido- un proyecto fotográfico, pero para mí ha excedido eso, y la imagen se ha convertido en excusa para hablar sobre emociones. Me llama la atención que mucha gente me ha dicho “he llorado”, y, a veces, me he planteado si no resultaría demasiado lacrimógena, lo que no era para nada mi intención. Mi reflexión, al final, es que hablamos poco de emociones, entramos poco en contacto con nuestros sentimientos, que, en último lugar, son universales. La amistad, el amor, el orgullo, la tristeza, el miedo, el dolor, la risa, la superación… tienen hueco en el corazón de cualquiera, por eso cuando alguien nos habla de ellos nos sentimos reconocidos en algo, de ahí la maravilla de leer: “todo está en los libros”, como decía la canción de “Negro sobre blanco”. Ha sido un placer (en el sentido literal de la palabra) tener cada semana un momento de tranquilidad frente a mi ordenador (mi familia sabe que en ese ratito no se me puede hablar, no estoy) en el que ponerme a unir palabras. Escribo sin esfuerzo -es como bailar, escuchar un momento la música y luego dejarse llevar-, escribir es una catarsis para mí y tener un ratito reservado exclusivamente para eso ha sido un lujo.

Gracias por haber compartido desde otra pantalla distinta a la mía el torrente de emociones que ha sido este año. Echaré de menos cerrar el domingo con la entrada subida, y compartirla el lunes con vosotros.  Echaré de menos saber cada lunes cómo ha sido la semana de mis compañeras, gracias a todas por animarme a participar cuando tenía tantas dudas!

A lo mejor vuelvo, de otra forma parecida, si lo hiciera, os aviso. ¡¡Os deseo un 2014 lleno de clics y la capacidad para ver todos y cada uno de ellos!!


Silvia - Adiós


Si miro para atrás recuerdo este año en imágenes, una sucesión de clicks que han ido formando lo que ha sido mi vida durante estos últimos 365 días. Creí que no lo conseguiría, pero aqui estoy, la última entrada, 52 de 52. Pongo fin a un año que me ha enseñado muchas cosas, en el que he conococido a gente que me ha enseñado tanto y sin la que no puedo imaginarme la vida de ahora en adelante. Hacer fotos, retratar el día a día, te enseña que la felicidad esta en las cosas pequeñas, en los momentos cotidianos que conforman la vida. En rodearte de gente que te quiere y a la que quieres. No hay mas, la receta de la felicidad es muy sencilla. He dicho adiós a otras cosas y a otra gente, que tuvieron su momento, y ahora ya no están, pero hay que seguir, sin ellas a nuestro lado, recoradadas e inmortalizadas con el click de nuestras cámaras y el hueco que dejan en nuestro corazón.

La constancia no es mi fuerte y pensé que no terminaría, y es cierto que ha habido semanas que se me ha hecho cuesta arriba, que he pensado que no había nada que contar, pero siempre hay algo. Si rebuscamos ninguna semana es como otra, siempre tenemos un momento especial, una persona a la que agradecer que esté allí, formando parte de nuestras vidas.

Chicas, Ene, Charo, Cachi y Marta, GRACIAS por dejarme compartir este 52 con vosotras, saber de vosotras cada semana, compartir nuestras vidas. Algunas sabéis que me hubiera gustado que mi última entrada fuera diferente, pero si algo he aprendido este año es que la vida hay que vivirla, el momento, el aquí y el ahora,  y no esperar por cosas que, por mucho que las desees, quizá nunca te vuelvan a suceder.  


Charo - ...y 52

La vida en 52 Clicks. Mi - nuestro - proyecto fotográfico del 2013 que llega a su fin. Han sido 52 fotos semanales, con el objetivo de cubrir ese vacío que tendrán mis hijos cuando crezcan, y al ver las fotos de su niñez se pregunten cómo era su mamá.  El proyecto inicial consistía en hacerme un autorretrato semanal junto a ellos, pero en alguna ocasión tuvieron que echarme una mano, y bueno qué porras, ahora mirando a la colección de fotos estoy muy contenta con el resultado, y no me siento tan culpable de no haber conseguido ese propósito.

Nunca me ha gustado estar delante de la cámara, bueno miento, allá por esos años tan difíciles que todos hemos pasado, me encantaba posar en todas las fotos, y tenía mis rabietas cuando mis hermanos no me hacían la foto de turno. Pero aquellos años ya pasaron, y por eso ha sido todo un reto para mí: estoy tan a gusto detrás de la cámara, y disfruto un montón mirando por el visor, que ponerme delante se me hacía algo difícil. Y por ello me costó "asomar" en este proyecto: no fue hasta la cuarta semana que "dí la cara". .

Confieso que la mayoría de las semanas casi me pilla el toro, ya que la foto era hecha el domingo por la tarde, antes de iniciar la rutina baño-cena-cama. Además, aparte de lo que difícil que puede suponer hacerse un autorretrato, si se añaden dos niños, cada uno con sus ritmos y su humor, la verdad es que ha resultado bastante complicado coincidir los tres "en armonía", quiero decir, sin lloros, sin protestas y sin mi desesperación porque no era capaz de sacar nada esa semana. Durante este año, algunas fotos las tenía muy claras, otras iban surgiendo y las que no me las inventaba. Hay fotos que me encantan, unas pocas que siempre guardaré, otras que me hacen sonreír, incluso algunas que me pregunto en qué estaría pensando... pero todas son nuestra historia a tres en este año que ya termina, y realmente ha merecido la pena.

Chicas, encantada de este nuestro proyecto. Seguimos en contacto. Seguro que sí.


Ene - 52 de 52


Y se acabó!!! hemos llegado a la semana 52... esta vez vengo con una foto que no ganará ningún premio porque tiene muuuuuchos fallos ténicos... pero me gusta, me gusta porque no sé si recordais mi 1 de 52 pero era parecida. Quería empezar y terminar con el mismo tipo de foto, porque me gusta ver que estamos todos, hace 52 semanas hacía mi primera foto con todos los que están en esta toma, por lo que estoy contenta!!!!

A mí  no se me da bien escribir, y mis compis lo han hecho genial por lo que yo voy a contaros con qué me quedo de este proyecto... me quedo con un sentimiento de admiración hacia Charo, porque es la BOMBA, porque ha hecho un super proyecto y me ha encantado estar a su lado aprendiendo.... Me quedo con un sentimiento de ternura hacia Marta, porque escribe que te cagas (jejeje, esto se termina así que...), porque ha seguido estando ahí aunque ha pasado un año bastante chungo y porque es mi Marta....Me quedo con un sentimiento de que he podido conocer un poquito más a Cachi, porque hasta empezar con este proyecto no le conocía y ha sido todo un placer!!!... y me quedo con la dulzura de Silvia, porque es una niña grande!! transmite dulzura en todo lo que hace....Ahhhh!! y me queda el sentimiento de orgullo!!! Orgullo por haber podido terminar este super proyecto (No puedo dejar de nombrar a Nora, que me prestó una foto suya, cenkiu amiga)!! Me ha encantado haber podido hacerlo con vosotras!!!!

Y a todos los que nos habeis seguido MUCHÍSIMAS GRACIAS, y a los que habeis "sufrido" en vuestras carnes este proyecto (Iñi, Maialen, Ione, Kike, Ainho, Zubu, Zior, primos, amama,...) ESKERRIK ASKO, por haberme aguantado!!!! jajaja

Y por cierto, esto es un TO BE CONTINUED!!! pronto tendreis más noticias!!! jejeje


Cachi - Un placer 


¡No me lo creo! ¡Lo hemos conseguido!! han pasado 52 semanas...Me da mucha pena acabar este proyecto porque me ha servido para conocer a personas encantadoras y maravillosas, mirar en sus fotos como es la vida de Ene, Charo, Silvia y Marta, e imaginar que nos conocemos o al menos es la sensación que tengo yo, el haber compartido nuestros recuerdos, nuestras vivencias como amigas que viven lejos y se explican sus vidas a través de las fotografías.

He aprendido mucho de vosotras, chicas, y de mi misma también. Porque nunca me ví capaz de iniciar proyectos de este tipo por falta de tiempo, de ganas, de organización, pero ¡¡¡miradnos!!! hemos llegado al final ¡¡¡y estoy tan orgullosa de todas nosotras!!!.

Esta foto es de archivo, de este verano. Un buen momento, muy feliz y con las personas que más me importan y que me han servido para inmortalizar historias variopintas....sobre todo porque había que colgar una foto en el "52" (hasta mis pequeños me lo recordaban). Esto me ha ayudado a fijarme más en lo que me rodea todos los días, en obligarme a tener la cámara siempre preparada....No quiero perder esta costumbre y me gustaría participar en más proyectos parecidos, aunque sea por ese "picorcillo" que  te da cuando ves que se acerca el día y aún no tienes la foto de la semana....es lo más parecido a deportes de riesgo que tengo ahora, jajajja. ¡¡Adrenalina!! publicando en el último minuto.

Gracias chicas, por compartir conmigo y mi familia todo este año. ¡Menudo privilegio!. Y gracias a los que nos han ido siguiendo. Voy a echar de menos este reducto.  Nos vemos ahí fuera. ;)

FIN.



23 de diciembre de 2013

{Semana 51/52}

Silvia - Aprendiendo


Cuando tienes un hijo quieres compartir tantos momentos con él, que a veces pienso que, en esta vida loca que llevamos, es difícil encontrar tiempo. Esta semana he querido hacer un parón, dedicar mucho tiempo a estar con mi pequeña, aprovechando también que Madrid en Navidad nos brinda un montón de actividades. Así que hemos visitado nacimientos, hemos estado en la Plaza Mayor viendo puestos de figuras navideñas, hemos tomado nuestro chocolate con churros... Y hemos montado a caballo, bueno, en pony. Teníamos ganas de ir hacía tiempo así que esta semana, en una soleada mañana de sábado, hemos empezado nuestras clases, juntas, en Daisy, el pequeño pony, y en Velma, mi tranquila yegua blanca.

Marta - El arte




Mi hija va a clases de flamenco desde el año pasado. Ha probado con ballet (el horario no nos cuadraba nada, ponerse los pantis en el coche en marcha con 4 años mientras tu madre conduce es bastante complicado), con piano (demasiada disciplina, ella quería mover los dedos locamente y esa era la música que le gustaba), y ahora hemos dado con el flamenco. Curiosamente, le gusta. Y digo curiosamente porque no tiene ninguna pinta de flamenca (como ella dice; “¿¿¿a que yo parezco más pintora que flamenca???).
Esta semana fue el festival de navidad, y, como siempre, me emocioné.  Me emocioné nada más empezar, aunque quien bailaba no fuera mi hija. Me emociona que haya gente que se reúne para nada más (nada más!) que hacer algo bonito y compartirlo con los demás. Me emociona ver a niños haciendo algo bueno –me pasa también en el festival de la paz del colegio- creyendo con todas sus fuerzas en lo que hacen en ese instante. Me emociona la intensidad de quien está sobre un escenario, para quien no existe nada más que lo que se crea entre él y quien lo mira.
Mi hijo estudió violín durante muchos años. Era apasionante ver la transición de una canción desde los primeros chirridos hasta el sonido final. Aprendió mucho sobre disciplina, sobre el valor del esfuerzo, y lo disfrutó hasta que su adolescencia le hizo abandonar el violín y empezar a coger la guitarra. Y me emocionaba hasta el infinito, también, verlo sobre el escenario, tan solo, tan pequeño y tan enorme a la vez.
Siempre, en estas ocasiones, se me plantea la duda: les hago fotos para recordar luego cuando sean mayores, o los miro embelesada y me muero a aplaudir al final. Acabo optando por el término medio: mirar a través del visor de mi cámara, asomarme a veces por encima de ella, y soltarla en cuanto acaban para aplaudir como sólo las madres podemos hacerlo. El resultado: unas fotos fatales, tremendas (cualquiera de las actuaciones que fotografié fueron mejores que las del grupo de Eva, se ve que la madre se come a la posible fotógrafa). Pero no importa, porque si la fotografía tiene algún valor, para mí lo adquiere con el tiempo o la distancia. A quien está lejos, no le importará si esta foto tiene ruido, o  no está perfectamente enfocada, porque verá en ella a mi hija en su momento estrella. Lo que veremos nosotros cuando la miremos pasados los años. Y seguro que el sentimiento supera a la técnica, y lo que nos saldrá del alma será “ole, ¡qué arte!”

Ene - Llegó Olentzero!!




En Abadiño Olentzero se adelanta  y llega unos días antes.... bueno, en realidad es su ayudante que viene a vigilar cómo se portan los niños... Y casualidades de la vida... sabéis lo que le ha traído a Garazi???? FOTOS!!! jajaja, nos ha traído fotos.... que listo es este Olentzero!!! jajaja!!! 
Esto está acabando, y me da muchísima pena... pero la sensación de haber podido acabarlo es genial!!! el haber compartido este proyecto con todos vosotros.... es increible.... Gracias, muchas gracias!!!!
Toda la familia os deseamos una muy feliz Navidad!!!!! que os lo paséis lo mejor posible y que olvidéis todo lo malo y recordeis todo lo bueno!!! 


Charo - Navidad


El día 22 de diciembre siempre lo asocio al inicio de las vacaciones de Navidad, ya que cuando era niña el soniquete del sorteo siempre sonaba en ese primer día de vacaciones, y era el pistoletazo de salida para todas las cosas divertidas que hacíamos esos días.  Recuerdo especialmente la aventura que suponía ir en busca del mejor árbol, haciéndose de noche demasiado temprano y siempre terminaba yendo mi padre a buscarnos en el 850 tras la insistencia de mi madre, para luego llegar a casa y abrir aquella caja de hojalata donde se guardaban los adornos de un año para otro; adornos que duraban una eternidad.  
Hoy ha sido día 22, y el soniquete del sorteo ha estado de fondo, y también hemos decorado la casa de la abuela, donde por fin hemos podido poner el Belén después de ir al monte a buscar el attrezo, y poner alguna luz en las ventanas, para que nos recuerde cada día que es Navidad.

Cachi - Vacaciones y Festivales


Por fin llegó el último día de clase, lo cual también conlleva una maratón de festivales derivados de todas las actividades  a las que se apunta Emma, además del típico que se hace en el colegio. Es el único día en que se ha levantado sin quejarse, a la primera, y hasta dudo que haya dormido de puros nervios. Desde ese momento, no paramos de correr para disfrazarnos, maquillarnos, vestir a los pequeños, coge las cámaras, grabas en vídeo los eventos sin que tiemble la mano derecha mientras con la izquierda das galletas a Pedrito....¡vaya día!.
Pero lo hemos pasado muy bien. Me ha encantado participar de su emoción, de cómo disfrutan, de cómo crecen y se las ve mayores comparando las fotos de cada año y de cada fiesta en la misma fecha. Aunque lo mejor, lo mejor de todo es que está de vacaciones. De Navidad, de invierno o de lo que cada uno quiera.
¡Felices Fiestas a todos!

16 de diciembre de 2013

{Semana 50/52}

Silvia - Adiós otoño, adiós
Ultimamente noto que hay algo en el ambiente que nos impide disfrutar del momento. Recién acabamos de estrenar el otoño, vemos que la Navidad ya adorna los escaparates, mientras nos bañamos en piscinas y playas, nos inundan de uniformes y vuelta al cole... Me gustaría vivir mas despacio, disfrutar de cada cosa en su momento, que no me hagan pensar en lo siguiente, en lo que me esperará dentro de unos meses.  Por eso, aunque la casa, la ciudad, ya huele a Navidad, me gusta recordar que aún estamos en otoño, un otoño mas frio de lo habitual, pero que nos ha dejado disfrutar de todo su colorido. Esta semana empieza el invierno, que todos pensamos será blanco, y despedimos a este otoño rojo y amarillo, que echaré de menos, porque lo he disfrutado. Y, aunque me bombardeen con muñecos de nieve, he querido no adelantarme, y si no hay nieve que tirar este año, nos hemos divertido tirándonos hojas, que por algo estamos en otoño.


Ene - Árbol de Navidad

A nosotros también nos ha llegado el turno de decorar el árbol....me ha encantado verle tan concentrada poniendo las bolas aquí, las luces allá... y mientras tanto la peke quitando todo lo que ya estaba puesto, jajaja!!!! Pues nada!!! que ya ha llegado la Navidad!!!! jou jou jou!!!


Cachi - Movimiento Nanbudo

Hemos recibido en el pueblo la visita de toda la congregación nanbudoka de Huesca y alrededores. Sorprendente la cantidad de gente que practica un arte marcial que hasta que mi niña empezó a practicar, ni sabía que existía. Interesante ver la pasión con la que se enganchan y entrenan, y como viven cada movimiento que realizan. Los críos están encantados. Les cuesta seguir a los mayores, pero se divierten mucho. Sinceramente, mejor en el "dojo" que enganchados a la tele...


Charo - Parque de Bolas
Ha sido un fin de semana movidito: nos hemos ido con unos amigos a un bonito pueblo manchego, con nombre ya importante, Orgaz, y lo hemos pasado genial correteando por sus calles, descubriendo el castillo, jugando a la pelota, subiendo y bajando escaleras, comiendo tarta de chocolate, chillando como nadie más, durmiendo profundamente (la mejor parte para los padres, todo hay que decirlo), y como remate de fiesta, a última hora descubrimos un estupendo parque de bolas en las afueras de Toledo, que por raro que suene ¡no parece un parque de bolas!. Allí los peques terminaron de gastar las pilas que les quedaban, y los padres pudieron tomarse el café tranquilamente… bueno menos yo, que al no haber ningún otro niño que no fuera del grupo me pude colar en el laberinto de sube-bajas, bolas, toboganes, redes… y os aseguro que es agotador sobre todo al tener que estar una peque que al ser su su primera experiencia en uno de estos parques, iba como una moto de un lado para otro. Juan sin miedo. Así que me quedo con esta foto, no la del castillo, o la de la casa rural, o la del paseo por la tarde… y también por lo que le costó hacernos la foto a Lara, que con sus cuatro añitos el conjunto de réflex+flash le pesaba un montón. Confieso que me reí un montón. ¡Ah! Y que los padres sepáis que las guerras de bolas….¡duelen un montón si te dan en la cara!

Marta - Forever


Esta semana estuvimos mi hija y yo con mi amiga y su hija. Conozco  a mi amiga desde siempre. En realidad desde los 11 años, creo recordar, pero esa es la edad en que uno empieza a vivir cosas de forma voluntaria, así que desde siempre. La vida ha ido pasando y nuestro lazo estrechándose. Si miro para atrás, recuerdo, por ejemplo: los chupachups de mora que nos comprábamos con la paga de los domingos, una bola enorme e infinita que daba para pasar toda la tarde sentadas en un banco, viendo la gente pasar y riéndonos de nada; su vena de actriz que surgía en el momento más insospechado haciendo confundir fantasía y realidad; nuestro primer trabajo juntas pegando carteles de reparación de electrodomésticos (qué risas por el mercado Maravillas); esos viajes a su pueblo, momentos míticos que luego han dado tanto para recordar. Recuerdo los días en su casa cuando ninguno de nuestros padres estaba y jugábamos a vivir juntas; las noches en que venía a dormir conmigo y se nos hacía de día hablando y a mitad de la noche nos levantábamos a la nevera y comíamos salchichas crudas metidas en la cama (puaaaajjjjj); las noches en que he dormido en su casa sin que nadie lo supiera (ni siquiera su abuela, que dormía en la cama de al lado y a mitad de la noche se levantaba para ir al baño) porque no tenía otro sitio donde ir y ella bajaba en camisón a abrirme su puerta.
Según ha pasado el tiempo, las cosas que hemos compartido se han vuelto más intensas, no sé si más vitales, pero sí más tremendas, como la vida. Me ha acompañado en momentos imposibles, en los que la única presencia posible a mi lado era la suya. El último de ellos fue la despedida a mi amigo Carlos, su corazón tan cerca del mío.
Como el destino a veces juega a nuestro favor, su hija adelantó su nacimiento un mes y vino al mundo el mismo día que la mía, tres años después. Nosotras, que somos tan de señales, nos lo tomamos como un guiño del azar, su visto bueno a nuestro cariño, su promesa de que las cosas pasarán pero seguiremos juntas.
No puedo imaginar nada que pueda hacer que dejemos de vivir la vida una al lado de la otra. Después de tantos años, nos juntamos y seguimos riéndonos a carcajadas, o llorando a moco tendido, según lo que toque, pero siempre con el corazón a flor de piel. Hoy soy espectadora de su momento feliz, y me alegra, la quiero, quiero que la vida la trate bien y lo comparta conmigo. Quiero que nuestras hijas -tan parecidas, tan imposibles a veces, tan brillantes siempre- crezcan cerca y valoren nuestra amistad como lo hacen. Al venir de su casa, le decía a mi hija: “Quiero tanto a Inma…”. Me dijo: “Ya lo sé, yo también…”

9 de diciembre de 2013

{Semana 49/52}

Marta - El día del árbol


En mi familia de origen, por distintas razones, no éramos muy navideños. Montar el árbol era un suplicio del que generalmente me encargaba yo el mismo día 24, y recuerdo un año en que me negué a quitarlo, pensaba que si yo lo ponía mis hermanos debían quitarlo, y el árbol vio pasar todo enero, febrero y hasta marzo desde su rincón del salón.
Mi hija es muy navideña. Es folclórica en general, está llena de vida y se entrega con pasión a las fiestas, da igual la que sea, pero la navidad es su momento estrella del año. Hemos heredado de la familia de mi marido el poner el árbol este primer fin de semana de diciembre, y vamos incorporando a esa costumbre otras que poco a poco van formando parte de nuestro bagaje y nuestra propia tradición familiar. Mi hija y su padre suben del trastero el árbol y las cajas de adornos. Lo montan y, luego, yo pongo las luces para, al final, terminar mi hija y yo adornándolo. Es un momento que adoro. Ponemos música navideña, cantamos y bailamos, y vamos colgando bolas como si fuera la primera vez que lo hacemos, como si fuera a ser la última. Acabamos y siempre nos sorprendemos “¡qué bonito!”.
Nos gusta sacar cada adorno y decir si es de nuestros preferidos o no, recordar su historia (“éstos los compré cuando aún no habíais nacido, éste lo hizo tu hermano cuando estaba en Infantil, éste lo compramos en Pedraza, éste lo compramos juntas tú y yo un día que fuimos al teatro, éste venía en un regalo que me hizo Raquel…).
Uno se hace mayor y la navidad, como la vida, se va cargando de ausencias y, a veces, caes la tentación de decir “pfffff, navidad”… Pero siento que tengo con mis hijos la deuda moral de que cuando crezcan y acarreen sus propias ausencias puedan recordar que para ellos la navidad era un tiempo feliz, un tiempo de árbol y de villancicos.
Hoy he hecho con mi hija un trato, el día del árbol seguirá aun cuando ya no viva conmigo, vendrá y lo pondremos juntas; y tener con ella esa visión de futuro me ha hecho feliz. No puede pasar nada malo, hemos quedado para dentro de muchos años.


Ene - Zuretzat Mai

Maialen, mi sobrina mayor, me dice que nunca le "pongo" en el blog y no le falta razón así que este finde que nos hemos abrigado un poquito y nos hemos ido a la playa, he aprovechado para que me saquen a mí una foto con ellas... con las niñas grandes de mi familia... Mai, zuretzat!!!!!!


Charo - La "Nieve" de Ramón


No, no creáis que me he vuelto loca. Efectivamente no es nieve, sino una escarcha con la que hemos amanecido en el pueblo, que mostraba todo el campo totalmente blanco, y claro, como Ramón no recuerda la nieve, y tiene muy bien aprendido por los cuentos y películas que en Navidad siempre nieva y que se ve todo blanco, pues su primera reacción ha sido: - "claro, es la nieve porque ya es Navidad" - .

Nos hemos abrigado y hemos salido a aprovechar los restos de la escarcha antes de que el sol los hiciera desaparecer. A Gadea no le ha gustado mucho, todo hay que decirlo, pero a mí me encanta ver el paisaje tan irreal, tan de cuento durante las primeras horas de la mañana... tan sólo le faltaba un poquito de niebla para ser perfecto, pero para esto tocaba madrugón...

Silvia - Huele a Navidad


Creo que hay cosas que solo se vuelven a vivir de verdad cuando tienes hijos. Pasamos un tiempo en que las Navidades se convierten en una sucesión de aburridas veladas familiares y comilonas entre amigos y compañeros. Cuando tienes hijos, todo eso cambia. Su mirada, su ilusión, iluminan la Navidad y te devuleven a tu infancia. Planeamos poner el árbol, aunque tengamos que poner patas arriba el trastero, consultamos todos los eventos navideños, aunque sea imposible acercarnos a la Plaza Mayor, porque este año no cabe un alfiler, escribimos la carta a los Magos, con pocas cosas que hay muchos niños a quien repartir. Y hemos empezado este fin de semana por poner el calcetín en la puerta para que Papa Noel no se pierda y sepa que en esta casa vive un niño y dos adultos llenos de ilusión.

Cachi - Volver a la playa, aunque sea en Diciembre.



Que maravilla, todo un placer el poder acercarnos por fin al mar y aprovechar el calorcito del sol para disfrutar de juegos en la playa. Da igual que sea diciembre, da igual que el agua esté fria, no importa que se mojen la ropa ni que regresemos a casa con los zapatos llenos de arena. Esto me recarga las pilas. No quiero estar en otro sitio que no tenga mar. No veo el momento de emigrar, como las grullas, a lugares más calidos donde la sal inunde el aire y mis hijos puedan  correr por la arena mojada y hacer castillos. No se me ocurre una forma mejor de vivir.

2 de diciembre de 2013

{Semana 48/52}

Silvia - Gabriele

Hace unos días conocí a una persona entrañable, un artista con mayúsculas, humilde y generoso, GABRIELE NUZZARELLO. Llegué a él por casualidad, alguien me hablo de su primer cuento, BERTA Y EL GRAN AZUL, cuya protagonista es una "hormiga pequeñita con un gran corazón". Una historia, para niños y mayores, en la que se nos invita a cumplir nuestros sueños, a no quedarnos anclados en la queja, en la apatía, en la monotonía del día a día. En definitiva, en buscar cada uno de nosotros, nuestro GRAN AZUL.
Esta semana ha tenido la gran generosidad de venir a organizar un cuentacuentos con Carlota y su amigos. Acompañar a Berta, de la mano de Gabriele, a su Gran Azul, ha sido una experiencia inolvidable, un momento cargado de sentimientos, en los que compartimos la emoción del autor y nos contagió de su gran sensibilidad.
Berta nos acompaña ahora, este cuento está en la mesilla de mi hija, para que cada noche, antes de dormir, podamos leerlo juntas y, a ninguna de las dos se nos olvide, que nuestro sueños pueden cumplirse.
GRACIAS GABRIELE.


Ene - Risas


Esta semana he llegado por los pelos, no tenía ninguna foto y antes de irse a la cama han empezado a jugar y a reírse un montón así que he aprovechado para sacar esta foto (aunque el fondo no ayude mucho jejeje).... Ahora empiezan a jugar entre ellas y la verdad es que es una gozada....


Cachi - Hermanas



Algo que adoro es quedarme mirando cómo duermen mis pequeños. Me acuesto tarde, cuando ya han dado tantas vueltas en la cama que no queda sitio para mi. Y cada día, mi pequeñita pide a su hermana mayor que se quede con ella. Momentos de paz en los que no  importa perder media hora más de sueño para recoger recuerdos como este.....(Estoy pensando seriamente en adquirir un futón japones y forrar por completo el suelo de mi habitación).


Charo - Turismo en Diciembre

  Pues si, nada como una fría mañana de invierno, para coger los bártulos y escaparnos a Toledo a comprar mazapán. Muchos planes de poner el Belén y el árbol de Navidad, pero las cajas se quedaron amontonadas en el salón, mientras nosotros nos íbamos a pasear por las mil callejuelas de Toledo. Una caja de mazapán, un paseo, y un "camión-volquete" del burguer después ya estábamos de vuelta en el coche a Madrid. En un pis-pas. Creo que repetiremos salidas como estas, sobre todo ahora que Gadea ya es "casi-mayor".

Marta - Quienes quieren a mis hijos


Me gusta juntarme con amigos que quieren a mis hijos. Con amigos a cuyos hijos quiero. Me gusta ver que el cariño se hace extensivo a esas pequeñas personas que no son nosotros pero tienen tanto nuestro. Me gusta ver que mis hijos se ríen con ellos, confían en ellos y los buscan. Me gusta que mi hijo adolescente sienta que puede hablar con ellos cuando con nosotros no se entiende. Confieso que hay muy poca gente a quien sienta con autoridad para hacerme observaciones sobre mis hijos, o sobre mi forma de educarlos o de comportarme con ellos en un momento dado. Pero aquellos que la tienen se la han ganado a pulso.
Este fin de semana estuvieron en casa “los Mata” (encuentro de invierno, la última vez que nos vimos estábamos en biquini). Me gusta la sensación de paso del tiempo que me proporciona recordar a estos dos niños cuando eran tan pequeños y no medían más que unos 80 centímetros, hoy que casi nos llegan al hombro y siguen siendo amigos.

Ojalá que el tiempo, y lo que trae, me deje seguir teniendo cerca a quienes quieren a mis hijos.